No soy muy amante de las marchas organizadas, pero esta marcha de carretera tenÃa buena pinta, y además podÃa disfrutar de la invitación de un buen amigo que vive por allÃ, asà que decidà apuntarme.
La cosa pintaba bien: 140 km, con unos 2.200 m. de desnivel acumulado. La salida y llegada es en Puigcerdà , y se transita por Andorra y Francia.
La principal dificultad es el Port d'Envalira (Andorra), puerto largo y tendido, que se corona a más de 2.400 m. de altitud. Desde Andorra la Vella son 27 km y unos 1400 m. de desnivel positivo. Aunque en realidad desde La Seu d'Urgell ya es todo subida, unos 50 km. y 1700 de desnivel.
La semana anterior la previsión del tiempo no era muy buena: frÃo y posiblemente lluvia. Vaya hombre, a mà que me va el calorcito ...
Bueno, subo a dormir el sábado por la noche y el domingo a las 7:30 ya estoy en la zona de salida preparado. Hace fresquito (unos 10 ºC) pero el dÃa es bueno. Después de mucho dudar decido salir con culotte corto pero abrigado de arriba (térmica de manga larga y un chubasquero-cortavientos). La mayorÃa sale asÃ.
A las 8 se da la salida. Somos más de 500 participantes, asà que poco a poco nos ponemos en marcha. Con calma, que la ruta es larga.
Los primeros 50 km son prácticamente todos en llano-bajada, salvo algún pequeño repechillo. Asà que hasta La Seu d'Urgell rodamos muy rápido, siempre formando grupos grandes. Los túneles se han pasado bien y el ritmo es alto a pesar de que hay rachas de viento fuertes. En 1h 15 estoy en La Seu (km. 50). De ropa he ido perfecto, con la chaquetilla puesta porque era pronto y casi todo bajada.
Aquà ya la carretera cambia. En las primeras rampas los pelotones se estiran, y enseguida vamos en fila (con la caravana de coches que hay en dirección a Andorra tampoco se podrÃa ir de otra forma). Me quito la chaqueta. Poco a poco la gente se va estirando y los grupos cada vez son más pequeños, de 3 o 4.
Al llegar a Andorra empieza a lloviznar ... oh ohhh. Vamos subiendo y en algún tramo las rampas empiezan a ser duras. Me vuelvo a poner la chaqueta. Cada vez llueve más, hace más viento y más frÃo. Los termómetros digitales que veo por la calle empiezan a asustar: 6ºC ... 4ºC ... 1ºC ...
En los numerosos avituallamientos que ha dispuesto la organización no dan ganas de parar mucho: un pipÃ, comer algo (hay de todo, ¡hasta trozos de pollo a l'ast!) y a seguir para adeante antes de coger frÃo.
La cosa está cada vez más fea, tengo los pies y las manos helados. El chubasquero ya ha calado y con eso junto a la sudada estoy empapado. Me duele la cabeza del frÃo, y suerte que hoy me puse el pañuelo debajo del casco.
A la altura de Canillo la lluvia se convierte en nieve, que se te clava en la cara como agujas. Esta sensación la habÃa tenido muchas veces en la montaña, ¡pero no rodando en bici por la carretera!
Hay gente que empieza a darse la vuelta. Llevamos más de 3 horas, y la última con tiempo infernal ... y lo que queda.
Paro en el último avituallamiento antes de la cima, cerca de Soldeu. La organización nos dice que nos recomiendan dar la vuelta, que la bajada de Envalira está en muy malas condiciones. Quedan 7 km hasta la cima, y la mayorÃa decidimos continuar. Ya hemos llegado hasta aquà y si hay que darse la vuelta ¡ya lo haremos en lo alto del puerto!
En los últimos kilómetros el cielo despeja un poco y podemos contemplar un paisaje precioso, con las montañas que nos rodean completamente nevadas. En el último kilómetro, un precioso tramo de curvas de 180 grados, la nieve ya nos rodea, hace un frÃo terrible, y viento ... ¡menos mal que ha parado de nevar!
Llego a la cima, km 100 de la ruta, en 4 horas y media aproximadamente: - 4ºC. con viento. Aquà está el último avituallamiento y nos dicen que se acabó, que paremos en la frontera, un poco más abajo, porque nos suben a buscar en autocares. No quieren que tanta gente descienda el puerto en esas condiciones.
Asà que me bajo de la bici. La ruta se ha acabado para mÃ, ¡y ya ha estado bien por hoy!.
La imagen en la frontera es dantesca: decenas de bicicletas "aparcadas", y la gente refugiándose donde puede ¡hasta dentro de las casetas de la policÃa!
Por suerte yo tengo allà a mis amigos, que me recogen en coche. Metemos la bici en el coche, calefacción a tope y hacia abajo.
Bajando adelantamos a gente que no habÃa parado: van congelados, las caras desencajadas, algunos paran para intentar hacer reaccionar las manos, tan agarrotadas que no pueden ni apretar las manetas de freno. Vemos un par que tiemblan tanto que se les mueve toda la bici, bajar asà es muy peligroso. Uno, desorientado, nos pregunta si va bien hacia Puigcerdà : casi no le entendemos, el pobre va tan helado que no puede ni hablar.
A medida que descendemos el tiempo mejora y llegando a Puigcerdà el dÃa es bastante bueno. Bastantes valientes han hecho toda la ruta. Llegan los autocares con los participantes ¡y el camión con las bicis!
Foto: Carles Soler (www.carles-bici.blogspot.com)
Ha sido una buena experiencia, una verdadera lucha contra los elementos, pero me ha quedado la espinita clavada de no acabar toda la ruta, cuando ya habÃamos hecho lo más difÃcil.
Bueno, asà ya tengo excusa para volver el año que viene.
Prensa:
http://www.lamalla.cat/infolocal/noticies/article?id=381516
http://www.20minutos.es/noticia/743107/0/nieve/rescate/ciclistas/